En este viaje tenemos como destino la casa de Lorena y Angel en Málaga
capital, así que salimos disparados hacia el Sur ya que queremos visitar el
pueblo pitufo (Júzcar) y subir a los Cahorros entre otras cosas.
Es Viernes y el tiempo amanece lluvioso así que salimos por la tarde y
llegamos a Malaga pasadas las 22h.
Amanece el Sábado con buen tiempo y empezamos la ruta.
Para abrir boca subimos a un mirador cercano a Mijas.
Posado de la Gatha y la Lorena.
Nos damos un garbeo por Mijas.
Visitamos una pequeña ermita (Virgen de la Peña).
Siempre que veo esto me acuerdo de Led Zeppelin y su conocida canción
"Stairway to heaven", la pesadilla de cualquier repartidor de butano,
juas.
Un mirador cualquiera de Mijas.
La carretera de llegada no tiene desperdicio, esas curvitas
mmmmmmmmm.
Posado de la Gatha con Fuengirola al fondo.
Esto es una calle empinada, muy empinada.
Nos dirigimos a Ronda y de ahí a Júzcar, el pueblo pitufo.
No es un truco de photoshop, el pueblo esta pintado de azul.
A este de la moto le han hecho una putada porque mira que el verde ese no
combina nada con el azul, juas.
La verdad es que el pueblo está muy curioso y eso atrae turismo.
Posado de la Gatha.
Algunas paredes tienen detalles como éste.
Muy cuco.
Mira la presumida, juas.
No me extraña que los pitufos estuviesen siempre alegres y cantando ya que
con este tipo de setas es normal pillar un buen "ciego" solo con
olerlas.
Tienen muscimol, ácido iboténico y muscarina, un buen chute alucinógeno
como para ir tres veces a la Luna, juas.
A esta solo le falta tener la calavera pintada, se trata de la amanita
phalloides, un fungi/basidiomycota/agaricomycetes muy venenoso.
A este del Renaul 4 también le han hecho una putada, a ver cómo pasa
desapercibido con ese color pollo, juas.
Típica foto.
Cachondeítos los justos.
Los Pitufos eran:
Papa Pitufo, Filósofo, Pitufina, Gruñón, Gargamel, Baltazar, Fortachón,
Bromista, Tontín, Escrúpulos, Vanidoso, Goloso, Madre Naturaleza, Natural, Guillermo, Juan,
Príncipe Gerardo, Tristón, Travieso y Sasette.
Tengo que añadir que nunca ví los 421 capítulos de la serie por lo
que ignoro cual es el personaje de la foto.
La vueltecita por el pueblo fue muy agradable, había una carpa montada y
los precios eran populares, cocacolas a 1 €, así da gusto.
Este es Gargamel, el malo.
Je, je, graciosillos los bichos. Nos fuimos con una gran sonrisa y habiendo
pasado un buen rato.
Bajamos a San Pedro de Alcántara y por la autovía llegamos al puerto de
Málaga para cenar en un local ya conocido por nosotros, "la casita de la
patata".
Se trata como dice el nombre de media patata rellena de aceitunas, maiz,
jamón york y salsa al roquefort.
Delicioso y barato. Nos dejamos la piel, que aunque es comestible no hace
falta apurar tanto.
Ahora una partida a los bolos y luego a dormir que mañana salimos pronto a
los Cahorros.
Se trata de llegar a Nerja y subir el río Chíllar por su cauce.
Me esperan 8 horas con los pies en remojo.
Posado de los Gathos.
Los componentes de la expedición.
Estamos en los estrechos.
Siempre hay que ir mirando por donde pisas para evitar un esguince.
Hay pequeñas pozas por el camino donde refrescarse y esta es de las
grandes.
El flujo de agua es constante.
Agua, agua.
Llegamos a nuestro destino y observamos gente de todos los estilos y
colores.
Vamos a comer de picnic.
Entre tanta variedad se divisa alguna jaca de metro ochenta, je, je.
Lorena, nuestra anfitriona.
Los Gathos en remojo.
Esta zona formaba un pequeño jacuzzi y decidí aprovecharlo.
Lo increíble es que fue mío algo más de una hora sin nadie alrededor.
Empieza a llenarse de gente.
Nos visita un pequeño ofidio.
La Gatha no sabe que he echado el bicho ahí, juas, juas.
Yo también estaba, je, je.
Bienaventurados los imbéciles porque ellos heredarán el reino de los
cielos. Amén.
Hay individuos que no saben salir sin su perro y este pollo llevaba dos. Se
bañaron en todas las pequeñas pozas donde había gente sin la menor
contemplación, sin importarle la proximidad y durante la bajada vi que
el pastor alemán manchaba de rojo las piedras, sangraba por sus patas
traseras, tenía las pezuñas destrozadas.
El pobre no paraba de sentarse dentro del agua y se negaba a
continuar.
Fueron casi tres horas de subida, un par de horas de relax y dos más de
bajada, que se hizo muy corta.
Por fin hemos conocido los Cahorros después de tantos años intentando ir y
al fin lo hemos conseguido. Felices como lombrices abandonamos el lugar y
volvemos a Málaga a cenar al bar Jenny, situado en la Palmilla
Norte.
Nos despedimos de nuestros anfitriones y volvemos a casa, nos quedan casi
600 km. y nos paramos en Torrox para visitarlo.
Un sitio muy cuco.
Ahora visitamos Frigiliana, la plaza del Ingenio.
Bonitas rampas para ir a pie, buf.
En primer término una playa desierta y al fondo todo lo contrario. Luego
viene un tsunami y todo son lamentaciones.
Nos acercamos a Salobreña.
Desde el castillo el islote se ve más pequeño.
Pequeñito.
La torre inclinada de Calahonda.
Siempre nos detenemos aquí, hay algo de magnetismo en este lugar.
Calahonda.
Sacando la patita como siempre.
Un buen sitio para hacer picnic.
Paralela a la carretera nacional está la antigua carretera.
Con sus torretas y sus viejos trazados.
Nos detenemos en cala Rijana.
Un precioso lugar que se perderá con la apertura de la autovía en
construcción.
Digo se perderá porque ya no estará de camino, quedará fuera de ruta.
Miau.
Nos acercamos a Castell de Ferro.
Aprovechamos para pasar por Aguadulce y visitar a Miguel y Bea que nos
obsequian con una comida estupenda.
Nos salimos de la autovía en Cuevas del Almanzora y visitamos su embalse
que curiosamente tiene pintado un Indalo.
Mapa general de la ruta.
Mapa de la ruta a Mijas y Júzcar.
Agradecimientos a la familias Alaminos y Martínez por su hospitalidad y
buena comida.
Miauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.
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1 comentario:
Quisiera agradecer la información detallada de la ruta del Rio Chillar. Nos fue muy util para realizarla.
También queríamos hacer un comentario respecto del suyo. Nosotros SIEMPRE viajamos con nuestra mascota, no porque no sepamos hacerlo sin ella, sino porque nos encanta disfrutar de su compañia.
Creo sinceramente que el hecho de que un perro tenga metidas sus patas en un rio de cauce constante, no supone menoscabo alguno para el propio rio y si las personas con las que nos cruzamos nosotros en las playas fueran un poco más "perros", seguro que a todos nos iría mejor.
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