Almuerzo en Millena donde hay buen ambiente motero a pesar de que hoy hay carreras de MotoGP.
Ya he llegado a Ibi.
Han utilizado la antigua fábrica de juguetes Rico para el museo en su planta baja y parte del ayuntamiento en el piso de arriba.
Pagas una entrada única y tienes derecho a jugar a las máquinas que quieras,
es como un buffet libre, hasta que te hartes de jugar, no tienes que poner
monedas, es juego libre sin restricciones.
Una experiencia maravillosa y terminas con la mano temblorosa de tanto darle
a los botoncitos, je, je.
Jugué a casi todas las maquinitas y ahí van algunas capturas de pantallas, no las voy a poner todas para no aburrir, pero hay más de 100.
Jugar con el Space Invaders fue revivir mi época adolescente.
Hay máquinas para todos los gustos.
El paraíso.
Puedes meterle 4 jugadores a cada una y pasarte un buen rato dándole caña.
Este me gustó mucho.
Al lado está el taxi loco.
Se puede jugar también en estos aparatos.
Yo también estaba, je, je.
Los de lucha no me atraen mucho.
Me acuerdo de este porque podías ponerte arriba y darle la vuelta en círculo.
La famosa rana.
Este es el que me gustaba junto al taxi loco a la derecha.
Tetris, insuperable.
Una gozada.
Este es de los viejos y me gusta mucho.
Después de 3 horas jugando sin parar cierran a las dos de la tarde y ya estoy fuera deslumbrado por el sol.
Me llevo un buen sabor de boca.
Ahí queda eso, ahora hay que volver a casa sin prisa, pero sin pausa.
De paseo por la Carrasqueta viendo cómo la han destrozado con los gusanos esos de caucho que tanto resbalan situados también en plena curva.
Vista general.
Zamparte aquí una palmera de chocolate viendo pasar el tiempo es una gozada.
Vuelvo a subir y bajo otra vez aprovechando que no hay nadie.
Luego hacia la costa a buscar la N-332.
Llego a Benidorm buscando pastelerías nuevas y luego me hago una foto en la playa de Levante.
Posado de la Bicha con sus 85.000 km en dos años.
Sigo tranquilamente por la N-332 y paro en Benissa para fotografiar un bonito grafiti.
Última foto y hacia Dénia donde pararé en esa tienda donde tienen Donuts de esos de colorines que tanto me gustan (Duffin Dagels).
Miauuuuuuuu.
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