Pasamos por Pego, Adsubia y estamos subiendo hacia el cruce de las antenas.
Buenas curvitas.
Hemos parado para no achicharrar la 125 ya que no tiene refrigeración líquida, solo de aceite.
La mía al ir tan despacio también se calienta mucho, je, je.
Lavadero de Beniaya.
Un lugar muy tranquilo.
En valenciano se puede escribir Beniaia en vez de Beniaya.
Aquí en Beniaya disfrutamos de este magnífico grafiti de Abu 'Abd Allah Muhammad ibn Hudhayl al-Saghir, alias Al-Azraq, el caudillo andalusí de ojos azules que era la pesadilla del rey Jaime I.
De camino a Tollos de adelanto un poco para posicionarme y sacar unas fotos.
Ese punto negro es la Gatha.
Ya estoy bien situado.
Ahí viene.
Buena trazada.
Progresa adecuadamente.
Tenemos la reserva a las dos de la tarde y paramos en la fuente de Quatretondeta para hacer tiempo.
Llegamos puntuales a la mesa.
Unos entrantes del terreno.
Unas albóndigas caseras.
De los capellanes no hay foto.
Como plato principal tenemos una "olleta de blat" y aquí en esta zona se sirve sin "blat", es como un potaje de alubias.
Hay en el plato tres clases de alubias, la blanca, la pinta y la roja.
Muy bueno todo.
El postre espectacular.
Bien comidos nos volvemos a casa. Hoy no buscaremos Donuts de esos de colorines que tanto nos gustan.
Ahí tenemos los famosos Frares de Quatretondeta que son unos interesantes pináculos calizos que se asemejan a los Dolomitas en este caso en miniatura.
Decidimos ir por Facheca.
El camino perfecto para admirar más esta formación geológica.
Última foto y a casa, pero primero paramos en el bar de Joselito en Alcalalí para tomar un cafetito y saludarlo.
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