Un pequeño descanso por la zona de Benirrama.
Es una pena que este modelo ya no se venda en España.
Yo seguiré rodando hasta que explote, de momento son 94.000 km y todo bien.
Cada vez que cumple mil kilómetros más lo celebro con pastelitos y el que voy a reventar soy yo, jaaaaaaa.
Un saludo a mis primos del pueblo, el Fulgencio y la Remedios.
Aparece Joselito.
Qué arte.
Qué elegancia.
Poesía en movimiento, je, je.
Dejamos la poesía a un lado y vamos a comer algo ligero en Planes.
Justo ahora que estamos a cubierto se pone a llover. Nada grave, una nube pasajera de 15 minutos que nos limpia a carretera.
Un poco de queso frito que me encanta.
Albóndigas, alioli, calamares, etc.
Un bombón como me gustan a mí, generosos de leche condensada
El postre es espectacular.
Digno de fotografiarlo.
Nos acercamos al Cresol de Pedreguer a ver unos grupos tocando en directo.
Unas cervecitas para empezar.
Guitarra, bajo y batería.
Esa chica rubia no lo hacía mal.
Nos vamos a casa.
Ha sido una crónica corta, otro día la haremos más larga.
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